Si continúan los niveles de deforestación para la ampliación de los cultivos ilegales de coca, en los próximos cinco años el Valle de los Ríos Apurímac y Ene, VRAE, podría quedarse sin agua para el consumo humano, señaló el presidente del Comité Agrario Ambiental del VRAE, COAAMVRAE, Edgar Gómez Limaco.
Recordó que actualmente en el VRAE se pierden más de 7 mil hectáreas de bosques, mientras que solo se reforestan 200 hectáreas, sumando todos los proyectos de los gobiernos regionales, locales y del gobierno nacional.
"Cultivos como la coca aprovechan todos los recursos de la fertilidad natural de la tierra y cuando las agota, tiende a desplazarse a nuevas tierras de bosque que son derribadas y deforestadas nuevamente. Así, las tierras quedan estériles, quedando desiertos en plena selva", señaló Gómez.
Señaló que esta situación genera irreversibles daños a la salud de las personas y en la flora y fauna silvestre. Sobre todo en la desaparición de los ojos de agua y riachuelos que los pobladores consumen.
Por su parte, el especialista ambiental del equipo técnico del Grupo de Trabajo Multisectorial del VRAE, Alejandro Gómez Silvera, señaló que la coca del VRAE es una de las más productivas del mundo. Pues se obtienen de cuatro o cinco cosechas al año, cuando el promedio es de dos cosechas.
Para conseguir este resultado es necesario triplicar la cantidad de herbicidas, fertilizantes, insecticidas y fungicidas, lo que genera la contaminación del escaso recurso hídrico que existe.