“Esta decisión obedece al pedido del gobierno regional porque hay severos daños durante los meses de enero y febrero, particularmente carreteras destruidas, cultivos afectados y muchas viviendas destruidas”, indicó.
Palomino refirió que en los últimos dos meses se han registrado 240 kilómetros de carreteras destruidas y otros 236 kilómetros de carreteras afectadas. Asimismo, fueron destruidos 15 puentes y otros 7 resultaron afectados.
Como consecuencia de las lluvias, dijo que existen 3,610 damnificados (perdieron sus hogares y tienen necesidad de techo, abrigo y alimento).
De igual manera, resultaron afectadas 10,200 personas. En el sector agricultura existen 11,227 hectáreas de cultivos afectados y otras 50 hectáreas destruidas.
Sostuvo que, de acuerdo a la situación, en su momento se tomará la decisión de prorrogar el plazo de la emergencia o ampliar a otras zonas del país.
Al respecto, comentó que existe un pedido de las autoridades de Apurímac para declarar en emergencia dicha jurisdicción, que también sufre los embates de la naturaleza.
“Estamos coordinando para determinar los alcances de las necesidades y la evaluación de daños para determinar en qué sectores o aspectos va a ser aplicable la medida”, indicó.
Señaló que en el caso de Puno, “todavía no se ha llegado a la situación de declarar en emergencia por cuanto las autoridades regionales y locales, con sus propios medios, están atendiendo los requerimientos”.
El jefe del Indeci declaró a la prensa tras participar en la sesión del Consejo de Ministros, encabezada por el presidente de la República, Alan García Pérez, en Palacio de Gobierno.
