El ayacuchano Rofilio Neyra Huamaní, de 59 años, dio sus primeros pasos en el mundo empresarial en 1983, cuando se instaló en Chorrillos y constituyó la compañía Inti Gas, dedicada a la venta de combustibles al por mayor. Su buena estrella en el rubro continuó durante las siguientes décadas, luego de crear tres empresas del mismo rubro en San Juan de Lurigancho y otra dedicada a la fabricación de tanques y depósitos metálicos en Surco.
Posteriormente, y mientras sus empresas seguían viento en popa, incursionó en el fútbol: en el 2007 fue presidente del club Inti Gas. No contento con ello, durante los últimos años ha intentado ingresar a la carrera política local o regional. La suerte, sin embargo, no parece haberlo acompañado en estas lides.
El único logro político de Neyra Huamaní –que en casi todas las elecciones postuló bajo el padrinazgo de diferentes alianzas fujimoristas– fue haber sido elegido regidor de Chorrillos entre 1998 y el 2002. Después de ello, postuló a la alcaldía de ese distrito, pero perdió.
En el 2006 fue candidato al Congreso y a la presidencia del Gobierno Regional de Ayacucho, pero corrió la misma suerte. Este último cargo público le fue esquivo otra vez en las elecciones del 2010. Actualmente, y luego de repetidas derrotas, postula por segunda vez al Parlamento con el N° 1 por la lista de Fuerza 2011, de Keiko Fujimori.
Neyra Huamaní, un desconocido hasta ahora, promete concitar la atención de los órganos de inteligencia antidrogas del país por la publicación del cable N° 87334, elaborado por la Embajada de Estados Unidos en Lima el 28 de noviembre del 2006. En este documento titulado “Influencia de la narcopolítica [en Ayacucho]” se cita el caso del empresario ayacuchano, a raíz de su participación en las elecciones del 19 de noviembre del 2006 para el Gobierno Regional de Ayacucho en la lista del movimiento fujimorista Sí Cumple.
El cable, escrito días después de aquellos comicios, dice: “Varios contactos locales afirmaron que Neyra Huamaní recibía financiamiento del narcotráfico para su campaña.
Dijeron además que su riqueza vino de repente de fuentes desconocidas y que usaba el dinero para financiar una campaña rural que consiste en dar fastuosos regalos a los campesinos de la zona”. El documento, escrito por un oficial político de la sede diplomática de Estados Unidos luego de un recorrido por Ayacucho a fines del 2006, también indica que “Neyra regaló computadoras para un colegio, tanques de gas para varias familias y que, además, se comprometió a construir una planta de gas propano [en la zona] para reducir a la mitad el costo de este combustible”.
El cable, que hace referencia al ‘boom’ económico que vive Ayacucho por el narcotráfico en el valle de los ríos Apurímac y Ene, no detalla quiénes serían los narcotraficantes que habrían presuntamente apoyado al fujimorista en el 2006, pero llama la atención por la penetración de dinero sucio en épocas electorales. Situación que preocupa, más aun luego de los casos de financiamiento de un integrante de la familia Sánchez Paredes a la campaña presidencial de Alan García, y de Eudocio Martínez ‘Olluquito’ a la candidatura para el Congreso de Keiko Fujimori en el 2006.
La fuentes de inteligencia no descartaron que la Fiscalía contra la Criminalidad Organizada abra una investigación preliminar para determinar alguna irregularidad en el patrimonio de Neyra Huamaní.
