VÍCTOR ALVARADO
Los Comités de Autodefensa de Satipo y Río Ene (CADs), conocidos como ronderos, que existen a en los pueblos del valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), instaron al gobierno a dejar de hablar del narcoterrorismo y reconocer la existencia de un rebrote del terrorismo, tanto o más peligroso que el que existió en la década del 80 al 2000, porque el actual está equipado y financiado por el narcotráfico y tiene la solidaridad de movimientos radicales afines como las FARC de Colombia.
“Dejen de hablar de remanentes porque aquí lo que hoy es otro tipo de terrorismo, mucho más violento y peligroso, dotado de armamento de guerra y financiamiento, con los cuales ha conseguido crear zonas inexpugnables a las que no pueden ingresar las propias fuerzas armadas, no porque les falte valentía, sino porque no hay decisión política del gobierno central para erradicarlo”, dijo Blas Yarasca Huamaní, presidente de los comités de autodefensa de San Martín de Pangoa.
El líder rondero criticó al gobierno haber virtualmente abandonado el plan de desarrollo del VRAE y que las principales obras de infrestructura reclamadas hace más de 20 años siguen pendientes de ejecución. Yarasca se enfrascó en un áspero diálogo con la congresista y ex ministra Nidia Vílchez, al expresar esta su incomodidad con las críticas al gobierno central.
Por su parte, el presidente de los CADs de Satipo, Fernando Orozco, expresó que el movimiento rondero del VRAE rechazaba las excarcelaciones de terroristas que venía haciendo el Poder Judicial, y pidió al gobierno un presupuesto para el financiamiento de las CADs y la instalación de una Mesa de Trabajo del gobierno con las Comunidades Nativas para relanzar el plan de desarrollo del VRAE en Mazonquiari-Pangoa.
Seguidamente, reiteró el compromiso de los ronderos para continuar combatiendo al terrorismo y garantizar la seguridad ciudadana en el VRAE a través de los CADs.
Orozco advirtió la ausencia de los ministros de Defensa, Jaime Thorne, e Interior, Fernando Barrios, que habían sido invitados al evento para exponerles la falta de atención del gobierno al VRAE. “Esta ausencia revela la importancia que merecemos los pueblos castigados por el terrorismo”, dijo.
También se notaron las ausencias de otros invitados especiales como el jefe del Comando Militar Especial del VRAE, general EP Benigno López Pino, con sede en Pichari, y del jefe de la 31 Brigada de Infantería de Huancayo, general EP Leonardo Longa López, quienes se limitaron a enviar como sus representantes a oficiales de menor rango
