En una entrevista realizada a un policía que labora en la carretera San Francisco - Ayacucho, el efectivo manifestó que los lugares donde los narcotraficantes ocultan la droga son cada vez más "insólitos" e "insospechados".
Según el policía, cuyo nombre se mantiene en reserva, los traficantes han intentado introducir la droga en plantillas de zapatillas de deporte y zapatos, en un equipo de crioterapia, en el sistema hidráulico de frenos de un camión, en frutas exóticas, amplificadores, madejas de hilo, computadoras, juguetes, instrumentos musicales, colchones, cervezas o en compartimiento y asientos de vehículos modernos.
Los narcotraficantes pretenden dificultar la localización de los estupefacientes en inspecciones policiales, por lo que los agentes de la Compañía de Protección de Carreteras y la Dirección Antidrogas de la Policía Nacional han tenido que adaptar sus técnicas de investigación a las constantes evoluciones de las organizaciones criminales.
Así, en un cajón de frutas, trasladado en una combi desde San Francisco hasta Huamanga, fueron encontrados 6 kilos de pasta básica de cocaína ocultos entre las frutas. En otra ocasión, más de 70 kilos de cocaína fueron escondidos en las puertas laterales de una camioneta. El estupefaciente partió de la localidad Huamanga -con escolta policial-, con destino final Lima, desde donde se iba a distribuir al extranjero.
En el 2010, también la Policía interceptó en la carretera de Integración del VRAE, Kimbiri � Quepashiato, cinco camionetas y se detuvo a seis personas que transportaban 380 kilos de pasta básica de cocaína, producida en el VRAE.