"Las heridas dejan cicatrices imposibles de borrar" dice, Cesario Sullca Ayala, recordando la muerte de su hermano y primo, durante la masacre senderista ocurrida en las comunidades del Centro Poblado de Congalla, en la provincia de Angaraes, región Huancavelica.
El 29 de octubre, miembros de Sendero Luminoso incursionaron en la comunidad de Yunyaccasa y asesinaron al presidente de la comunidad, Andrés Sullca Ayala y su primo Santiago Sullca.
Victoria Laurente, una de las sobrevivientes de la matanza cuenta que el 30 de octubre los subversivos ingresaron a su vivienda y se llevaron a su esposo Jovino Blan Huanachin, luego de que en su condición de teniente alcalde de Congalla, retiró una bandera senderista colocada en la iglesia del pueblo.
"Lo maniataron con una soga y lo llevaron a la plaza, ahí lo torturaron y luego lo mataron. Luego me buscaron a mí, pero yo escape con mis hijas y nos refúgianos en una sequía y luego nos fuimos a Lima, porque también estábamos amenazados" recuerda la mujer.
"Mi papá fue presidente de la comunidad, a él lo secuestraron y lo ahorcaron con su chumpi, los terroristas luego le aplastaron la cabeza pese a los gritos y llanto de los niños y ancianos del pueblo, yo era muy pequeño y huí con mi madre, así nos salvamos" recuerda Eliseo Chávez.
Los restos de las 22 víctimas de la matanza de Congalla fueron entregados y reconocidos por sus familiares. La exposición se desarrolló en el Instituto de Medicina Legal de Ayacucho en presencia de representantes de la Fiscalía Supraprovincial.
Los cuerpos fueron exhumados en las comunidades de Yunyacassa, Carcosi, Lircaycassa y Ccochatay, tras la identificación los cuerpos fueron entregado para el sepelio correspondiente.